POEMARIO DE LA PROMO66

Thursday, August 30, 2007

Misión cumplida

Estimado amigos:
antes de que se me borre la memoria y me pase lo de la chumpa otra vez, les mando este par de cuartillas de momentos de la reunión en la casita de Ezzio.
Salud-os de La Pulga.

Misión cumplida


Señores pido licencia

y aprovecho la ocasión,

ya que ser agradecido

es de buena educación.


Felicitemos a Ezzio

por tan gran convocatoria,

reunir a tantos promos

es de por sí una victoria.


A más de treinta invitados,

agasajó en su mansión,

y allí bebimos felices

cerveza, güisqui y buen ron.


La comida, deliciosa:

frijoles con chicharrón,

costilla con sus lentejas,

y carne asada al carbón.


Más que banquete, fue hartada,

si no que lo diga Pepe,

fue quien diezmó los tamales

que nos sirvieron de entrada.


El primate, el mico Ellis,

fue otro que bebió y se hartó,

y con tan regios manjares

ningún banano extrañó.


Proletario, "Don Chabelo"

presumió de gusto fino,

el solito se zampó

sus tres botellas de vino.


No digamos la Gallina

que se olvidó de la gota,

y su dieta de licores

le valió, terminó rota.


Hubo quienes se quejaron

de la tremenda subida,

pues llegaron sin aliento,

por poco y pierden la vida.


Charamila sugirió

para evitar la fatiga,

le contrataran un negro

que le cargue la barriga.


Quien más sufrió fue Rodolfo,

casi fundió el marcapasos,

otra grada y al pisado

tienen que subirlo en brazos.


La mayoría pidió,

para evitar algo peor,

que en el futuro se instale

un veloz elevador.


Fue un ambiente a toda madre,

y no faltaron sorpresas,

como que nadie fondeara,

dejando limpias las mesas.


Por tan gran delicadeza

y excelente educación,

ninguna mala palabra

se escuchó en la reunión.


El Zapito y El Cubano

se trataron como hermanos,

y así abrazados bebieron

agarrados de la mano.


En la promo se rumora

que fue por María Cristina;

si no llega, los muchachos

se ponen gran papalina.


PP Muñoz fue el fotógrafo,

en esta magna ocasión

ya puso flash a las fotos,

va mejorando el cabrón.


La Gallina se asombró

de hallarnos tan acabados,

según él, nunca pensó

ver pelones y arrugados.


El Cuchi llegó al final

para no pagar la cuota,

y se acabó las cervezas

a ver si Kira lo anota.


Con la emoción y el barullo,

en medio de aquella farra

apareció destrozado

el brazo de una guitarra.


Ezzio juró que era virgen,

que nunca la había tocado.

Yo en cambio, al tal instrumento,

lo vi muy kilometrado.

Nadalini de cumpleaños,

se echó los cincuenta y nueve

y dijo: parto temprano,

si me voy tarde… me llueve.


Y así hasta la madrugada

la fiesta siguió encumbrada,

con la música de fondo

y la mara empatinada.


El Ezzio sacó sus pistas,

La Pulga cantó boleros,

en el romántico ambiente

bebieron tragos postreros.


Mi reseña aquí termino,

se me pasó de tamaño,

hasta hoy la mejor parranda

que hemos tenido en este año.


La Pulga.

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