A la mujer de mis sueños.

De mi jardín del edén, deshojo los pétalos de esta poesía:

Todo eso que soñé

Soñé en el pasado tener

siempre fiel a mi lado

un alma con quien compartir

lo mejor de la vida.

Dudaba que aquella mujer

de mi sueño existiera

y fuera capaz de entender

el mundo a mi manera.

Buscaba ese alguien

que firme luchara constante,

y luego me diera la paz

con sonrisa anhelante.

Un ser que tal vez sin reserva

entregara confiado

su amor y el secreto más grande

que hubiera guardado.

Por eso hoy, te doy las gracias, sí…

porque has colmado esa pasión

que me quemaba...

Y junto al mío,

un día quisiste,

fundir para siempre

tu destino.

La Pulga/2008.