Un angelito preguntón

Estimados amigos:

Desde mi rincón poético y mientras platico con las musas les escribo estas líneas que dedico a mis nietos en proyecto y a la segunda generación de herederos de los muchachos de la Promo; en especial a los angelitos de Charamila Fuentes.

Salud-os de La Pulga.

Un angelito preguntón

Una cierta madrugada,

sin quererlo me enteré

por un sueño, ¡que charada!,

de lo que les contaré:

Desde el cielo un angelito

que la tierra escudriñaba,

al buen Dios le preguntaba:

dime, ¿dónde naceré?

Y el Dueño de la Creación

respondió con voz pausada,

sentándolo en su regazo

y dándole una palmada:

--En una veloz cigüeña

harás viaje sin escala,

y en menos que canta un gallo

nacerás en Guatemala

Ya te tienen preparado

un lugar de maravilla,

que hará realidad tu sueño,

tu más grande fantasía.

Un gran cuarto decorado,

con sus muebles y juguetes

lleno de grandes paquetes,

donde estarás encantado.

--Pero Señor, tú ya sabes

que estoy bien acostumbrado,

y en cuestiones de comida

soy un poco delicado.

--Por comida, no te aflijas,

pues habrá para que elijas:

entre papillas y sopas;

entre pastel y compotas.

--¿Y porqué tengo que irme?,

porque aquí estoy muy a gusto,

y de viajar solo me asusto;

dime ¿quién me cuidará?

--Por eso no te preocupes,

lo tengo todo arreglado;

ya verás lo que he encontrado,

te conseguí lo mejor.

Es una joven pareja,

y sin ninguna experiencia,

pero les sobra paciencia

y muy pronto te amarán.

Hace tiempo te encargaron,

yo me decidí hasta ahora;

pues más se aprecia y valora

lo que se tarda en llegar.

Y lo juro por mi mismo

que no hallarás en el mundo

un cariño más profundo

que aquel que te brindarán.

--Dime ¿cuál será mi nombre?...

que no sea una tontera,

pues por ley tendré que usarlo

por siempre, la vida entera.

--Entre dos nombres de lujo,

uno podrás escoger:

Eduardo, si fueras hombre;

Isabella, si mujer.

--Está bien pues, que remedio,

me voy a hacer las valijas,

a que me uses de regalo

para una de tus hijas…

Y aunque no quiero buen Dios

terminar con tu paciencia,

sólo hay una cosa más

que te pido en mi inocencia.

Siempre quise yo ser parte

del coro que hay en el cielo,

para cantar con los ángeles,

es mi más grande anhelo.

--Que ya está todo arreglado,

de nuevo digo y repito,

pues para esos menesteres

te contraté un abuelito.

Él te enseñará de notas,

de plantas y de poemas,

de coros e ingeniería

y de muchos otros temas.

Y aunque los veas ya grande,

cansado y algo viejito,

para compartir contigo

siempre tendrá un momentito.

¿Cómo la ves, mi angelito?;

con tal familia este día

que no te quepa ni duda,

¡ganaste la lotería!.

Oscarín