Oda a San Eugenio

(Patrono del estudiante en apuros)

Cuentan chismes en la red

que ha surgido un nuevo Santo.

Hay devotos convencidos,

los escépticos… no tanto.

Del célebre personaje,

nadie sabe si aún camina,

o si fue  ya presentado

a la Justicia Divina.

De cuerpo, era muy pequeño,

y  de mínima estatura.

En su trabajo, eficiente,

dueño de amable figura.

Empleado fue del Liceo,

laboraba pleno horario,

 y en una humilde oficina,

fungía de secretario

Los creyentes aseguran

que, por una donación,

aparecía “papeles”,

era mago de ocasión.

El milagro llegó a oídos

de aplicados y huevones.

Pronto se corrió la bola

a las demás promociones.

Mas no faltó un egoísta,

en este ir y venir,

que le ofreció puñetazos

al que quiso compartir.

El Santo permaneció ajeno

a pleitos y pequeñeces,

-mientras recibía el “diezmo”

con sus buenos intereses-

Hoy, sus fieles seguidores

recuérdanle  agradecidos,

y por verlo en los altares

hacen gran campaña unidos.

Le han pedido al Vaticano

se saltee el paso de beato,

pues son muchos los milagros

que se atribuyen al bato.

Y con los más entusiastas

han formado un comité,

y han impreso una novena

por si se le ofrece a usté.

Oración al Santo Patrón

Oh gentil, San Eugenio,

más grande que Mashimón,

mañana tengo un examen

socórreme, Santo Patrón.

Si me ayudas te prometo

hacer fuerte donación,

y enrolarme en la campaña

de tu canonización.

La Pulga.