POEMARIO DE LA PROMO66

Sunday, May 10, 2015

A LAS MADRES

Entretenidos en la vorágine de acontecimientos políticos que nos rodea, casi se nos pasa
detenernos y hacer un rato de reflexión para felicitar, o acordarnos de nuestras queridas madrecitas, si ya partieron a reunirse con Dios.
Por lo que me permito extraer del arcón de mis recuerdos un par de pensamientos  que les comparto con mucho gusto. Especialmente dedicados  a las mujeres que nos han acompañado casi toda la vida y ahora son las  abuelas de nuestros nietos y a nuestras hijas que ahora ya son madres también. Por  todas ellas elevaremos agradecidos una plegaria.

La Pulga


MADRE

Eres en mi vida el árbol frondoso
que en firmes principios hincó sus raíces,
y  ostenta en sus ramas los frutos felices
de  santa paciencia y amor generoso.

Vagan en tu seno criaturas aladas
que son los recuerdos de glorias pasadas,
de bellas historias y gratos momentos,
mezcla de alegrías y de sufrimientos.

Eres fresca sombra, tras largo camino,
puente que del suelo eleva a lo divino,
faro que valiente enfrenta la tormenta

y  a sus hijos, siempre, cuida y alimenta. 


Agradezco al cielo porque en este día
aún tengo tu mano que acaricia y guía,
 por ser ese ángel que va paso a paso
sembrando  en mi vida del alba al ocaso.

La PUlga



A la madre Ausente

Cuando una Madre se va
nace en el firmamento
una  estrella brillante
que allí morará por siempre.

Cuando una Madre se va
cada gota de lluvia es una lágrima,
cada brisa un suspiro,
cada rayo de sol una caricia
que abona el fértil campo
 de los recuerdos que ella sembró.

Cuando una Madre se va
reverdece la esperanza
de tener un hogar
para reunirnos en el más allá.

Cuando una Madre se va,
el eco de sus palabras y consejos
resuenan como una cajita de música.


Cuando una Madre se va
solamente la promesa de Dios
puede llenar el vacío que
su ausencia deja en el corazón.

Cuando una Madre se va
y solo entonces comprendemos
 el misterio y la bondad
que encierra la palabra Madre.

La Pulga



A la dos veces MADRE.

Abuela

Con un ojo abierto
vigila la abuela
la cuna del nieto
que duerme apacible
mientras ella… vela.

Y mientras vigila
nerviosa cavila
por la incierta suerte
de aquella criatura,
que al borde del mundo
se asoma insegura.

¡Ah¡ cómo quisiera
hacer con sus manos,
de amor y ternura,
brillante armadura
con que protegerla…
y ser como el faro
que al puerto conduce
con luz refulgente
a la nave, segura.

El niño se agita…
y suelta un suspiro;
y la que ya es madre
por partida doble,
lo besa y medita.

Y yo me pregunto
…y pregunto a la ciencia:
¿de dónde la Abuela
saca su paciencia?

¿Acaso las madres,
tienen por derecho,
fuente inagotable
de amor infinito
guardada en su pecho?
¿…o es mucho ejercicio
del diario cariño
que brindan al niño?
…es lo que sospecho.

De nuevo la miro
sentada en la cama,
despierta y dormida,
dormida y despierta.

Y mientras mis ojos
los cierra Morfeo,
me duermo y no veo,
pues yo no compito
con esta gran dama.

La Pulga.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home